La terapia no es un espacio para corregirte, sino para acompañarte
Cada tipo de terapia tiene su propio ritmo, su propio enfoque y su propia manera de ayudarte a transitar lo que estás viviendo. Ya sea que necesites un espacio individual para comprenderte mejor, que estés buscando mejorar una relación significativa o que quieras cuidar la salud emocional de un hijo o hija, aquí encontrarás un lugar desde donde hacerlo posible.
¿Me permites acompañarte?
Psicoterapia individual
La psicoterapia individual es un espacio íntimo y seguro para ti. Un lugar donde puedes hablar sin miedo, sin máscaras ni exigencias, y comenzar a entender con más claridad lo que estás viviendo. Está dirigida a personas que atraviesan dificultades emocionales como ansiedad, tristeza persistente, sensación de vacío, bloqueos personales o un malestar que no logran explicar del todo.
Brinda herramientas poderosas si estás en una etapa de búsqueda personal: mejorar tu autoestima, revisar patrones que se repiten, sanar heridas del pasado o reconectar con lo que verdaderamente te importa. No necesitas “estar muy mal” para pedir ayuda. A veces, basta con tener la intuición de que necesitas parar, escucharte y cuidar de ti de otra manera.
Psicoterapia de pareja
La pareja es uno de los vínculos más intensos que construimos, pero también uno de los más complejos. Las relaciones de pareja atraviesan distintas etapas, desafíos y crisis que, cuando no se gestionan bien, pueden generar malestar, distancia o sufrimiento mutuo.
La psicoterapia de pareja es un espacio donde ambos pueden expresarse con libertad, revisar cómo se están comunicando, trabajar en las heridas que se han ido acumulando, y construir nuevas formas de vincularse más sanas y conscientes. Es útil para mejorar la comunicación, resolver conflictos recurrentes, trabajar la confianza, abordar temas sexuales o acompañar procesos de separación o toma de decisiones importantes.
Aquí no se trata de “culpar” o “arreglar” al otro, sino de comprender qué está pasando entre los dos y decidir, juntos, cómo quieren continuar. La terapia de pareja puede ser el puente para reconectar, reparar o separarse con respeto, si es lo que se necesita
Psicoterapia Familiar o Sistémica
Las familias son sistemas vivos, llenos de vínculos, historias y patrones que se repiten. Cuando algo duele o se bloquea en el entorno familiar, todos lo sienten de alguna forma, aunque no siempre puedan ponerlo en palabras. La terapia familiar o sistémica está pensada para ayudar a las familias a entender mejor sus dinámicas, mejorar la comunicación, y crear espacios donde se escuchen realmente.
Es especialmente útil en casos de conflictos entre padres e hijos, duelos familiares, separaciones, enfermedades, cambios importantes en la estructura familiar o momentos en los que “todo parece ir mal” sin una causa aparente. Trabajamos con todos los miembros disponibles del sistema para comprender juntos lo que está ocurriendo y generar nuevas maneras de relacionarse.
Psicoterapia adolescentes y niños
La adolescencia y la infancia son etapas de cambio, descubrimiento e intensidad emocional. A veces, los niños y adolescentes no tienen las herramientas para expresar lo que sienten, o lo hacen de maneras que los adultos no siempre comprenden: cambios de humor, aislamiento, irritabilidad, bajo rendimiento, ansiedad o tristeza constante.
Este tipo de terapia ofrece un espacio cuidado, donde pueden sentirse escuchados sin ser juzgados, comprendidos sin ser corregidos. Se trabaja en su propio lenguaje emocional (que puede incluir juego, expresión artística o conversación guiada), ayudándoles a desarrollar recursos para afrontar lo que les cuesta y fortalecer su identidad emocional.
Además, se involucra a la familia de manera activa, brindando orientación y acompañamiento para que el entorno también sea parte del proceso de crecimiento.
Terapia de grupo
La terapia de grupo es una experiencia enriquecedora y transformadora donde las personas comparten sus vivencias en un espacio común, acompañadas por una profesional que guía el proceso. Escucharse en otros, poner en palabras lo que duele y descubrir que no estás solo/a puede ser profundamente sanador..
En estos grupos se trabajan temas como la ansiedad, la autoestima, los duelos, la dependencia emocional o el crecimiento personal, según la temática del grupo. El formato permite explorar emociones, compartir herramientas y generar vínculos reparadores en un entorno de respeto y confidencialidad.
La fuerza del grupo reside en la conexión. Lo que alguien dice puede resonar en ti de formas inesperadas, y también puedes descubrir que tus palabras ayudan a otros. Es un proceso horizontal, donde cada experiencia es válida, y donde compartir se convierte en parte de la sanación.
Tarifas
Sesión Individual
- 60 minutos
- Presencial u Online
- Desde 65 €
Primera sesión de valoración
- 45 minutos
- Presencial u Online
- Desde 40 €
Terapia de pareja o familiar
- 60 minutos
- Presencial u Online
- Desde 75 €
Cómo Trabajamos
Empezar un proceso terapéutico puede generar muchas emociones: dudas, miedo, expectativa, incluso culpa. Y es normal. A veces no tenemos claro qué nos pasa, ni por dónde empezar. Por eso, lo primero que quiero ofrecerte es un espacio de seguridad. Un lugar donde puedas hablar sin sentirte juzgado, donde no necesitas tenerlo todo claro, ni estar “del todo mal” para pedir ayuda.
Trabajo desde una psicoterapia centrada en ti: en lo que sientes, en cómo vives tu historia y en lo que necesitas. Exploraremos lo que te está afectando, pondremos en palabras tu experiencia y construiremos herramientas que te ayuden a gestionar, comprender y transformar tu malestar. No trabajo con soluciones universales, porque cada proceso es único.
Se trata de acompañarte a mirar lo que ocurre con más claridad, más amabilidad y menos miedo. Ir a terapia es comenzar a sostenerte de una manera más efectiva y empática, entendiendo que todos tenemos luces y sombras.
Trayectoria
Soy psicóloga sanitaria, licenciada en Psicología por la Universidad [X], con número de colegiada [XXXXXX]. Me he especializado en el abordaje terapéutico de la ansiedad, los duelos, las crisis vitales y los conflictos relacionales, integrando diferentes corrientes psicológicas que permiten un acompañamiento más flexible y adaptado a cada persona.
A lo largo de mi recorrido profesional he trabajado con personas adultas, adolescentes, parejas y familias, tanto en consulta privada como en contextos clínicos.
Mi enfoque terapéutico se apoya en la psicología basada en la evidencia, especialmente en la terapia cognitivo-conductual, las terapias de tercera generación (como la terapia de aceptación y compromiso, mindfulness) y el enfoque sistémico-narrativo. A su vez, me nutro de perspectivas humanistas que ponen en el centro la dignidad, el sentido y la singularidad de cada historia.
Más allá de las técnicas, me interesa crear vínculos terapéuticos sólidos, donde la persona se sienta comprendida, sostenida y genuinamente acompañada.

Respeto por tu proceso
Cada persona vive su dolor de manera distinta. Aquí no hay recetas rápidas ni comparaciones. Valoro tu ritmo, tus tiempos y tus decisiones. La terapia no es una carrera ni una obligación, es un camino que transitamos juntos, cuando tú estés listo/a para hacerlo.
Ética
Trabajo con los principios éticos que rigen la psicología, pero también con una ética más profunda: la del cuidado del otro. Tu información está protegida, tu historia es confidencial, y tu dignidad siempre estará por delante de cualquier técnica.
Humildad
No me posiciono como alguien que “sabe más que tú sobre ti”. Mi rol no es darte soluciones prefabricadas, sino ayudarte a mirar con otros ojos, hacer preguntas más honestas, y construir respuestas que tengan sentido para ti.
Confianza como base
Sé que abrirse no es fácil. Por eso pongo especial atención en construir un vínculo terapéutico cálido, confiable y seguro. Porque sin confianza, no hay cambio real. Y sin cuidado, no hay proceso que se sostenga.